Por experiencia mi respuesta a esta pregunta es que ¡SI SE PUEDE ¡ !Creo que una forma distinta de ejercer en el área del derecho existe!
También creo que ya es tiempo de comenzar a pensar y reflexionar sobre esto. Para que sea posible a un nivel más genérico; es necesario que todos los involucrados en un tema legal, modifiquemos nuestra forma de pensar y de ver el mismo.
Muchos de los que estamos en este camino, más de una vez no “ sintonizamos “ con el área jurídica: sus prácticas, su frialdad, su limitación mental y de visión.
Pero si creemos y pensamos que esa es la única forma, si no visualizamos que maneras más integradoras son posibles; también limitamos la posibilidad que esas otras puertas o formas, se abran para el bien de todos.
Existen personas en el ámbito jurídico que han comenzado su despertar espiritual y proceso de ascensión; y que están o pueden estar interesados en otro estilo de ejercicio profesional. Quizás solos no se atreven a dar ese primer paso, hacia esta meta.
Por su parte, si el justiciable niega o se cierra a una forma de trabajo no tradicional para su conflicto ( porque supone que ello no es factible ); tampoco le permite al operador del derecho ( que esté listo o dispuesto a ampliar su visión ) a buscar soluciones no ortodoxas.
Personalmente siento, creo y práctico el siguiente lema :
La unión de la razón ( el derecho)
el corazón ( el amor )
y el espíritu ( la esencia del ser )
es posible.
Hace muchos años (desde fines del 87 principios del 88 - luego de la convergencia armónica - ) sentí que podían hacerse las cosas en forma distinta.
Les iré comentando aspectos de mi filosofía de trabajo - que es la suma de un camino transitado y en tránsito en el área de la espiritualidad y el trabajo personal-; y como busco llevarlo a la práctica concreta durante mi rol profesional .
El mojón actual en mi camino, es el de formando un grupo de trabajo interdisciplinario en el área jurídica , donde incorporo todas las herramientas terapéuticas tradicionales y complementarias , así como espirituales en el abordaje de los conflictos que poseen una base legal o judicial.
Los objetivos de este abordaje que propongo incluyen desde reducir el conflicto, atender los distintos aspectos del problema jurídico y de los involucrados en el mismo – no solo al estrictamente legal-, utilizarlo como una herramienta o instrumento para un trabajo más profundo que desee hacer la persona que transita dicha situación; evitar aumentar karma o transmutarlo en lo posible, y porqué no, colaborar en la sanación de situaciones creadas
Compartiré algo de mi historia para que puedan comprender por que creo que esto puede cambiarse, y que estoy haciendo en lo personal estos últimos años para lograr, en algún momento, llegar a SER EL CAMBIO QUE QUIERO VER – como decía Gandhi - EN EL AREA JURIDICA .
Me recibí de abogada en diciembre del 84; y mi motivación para elegir esta carrera, fue la posibilidad de tener una herramienta para ayudar a la gente.
Con 24 años recién cumplidos quede incorporada a un medio de colegas mayores a mi, debido a ofrecimientos que tuve para formar parte de cátedras en la universidad y/o dedicarme a la investigación. Así comencé a trabajar como abogada externa independiente de colegas entre 15 y 20 años mas que yo.
Esto me fue útil para aprehender mucho sobre distintos temas: Por un lado me encargaban aquellos casos que requerían profundo análisis y estudio, o casos que no redituaban económicamente; pero con los que yo me “ hice “ en la profesión ; ya que desde su origen me desempeñaba como abogada con el 100% de la responsabilidad sobre dichos temas.
Por otro lado , este grupo de abogados también tenían muchos años de ejercicio en la profesión. Esto me permitió “ ver y observar “ como esta actividad - si uno no estaba atento - ; nos podía hacer “ cuadrados “ .
Recurro a éste término como imagen (pero siempre con respeto a mis pares ); en el sentido de limitarnos mucho ya que trabajamos con normas, reglas de cómo debe redactarse un escrito, que se puede y que no se puede hacer, que esta bien y que esta mal, con continuos juicios de valor sobre otros, donde se ataca y defiende permanentemente, donde los conceptos de culpable e inocente llevados a extremos son normales y cotidianos. Donde entramos en contacto casi continuo con las emociones de menor vibración energética ( miedos, ira - hasta odios-, dudas, deseos de venganza , revancha, mentiras, manipulaciones, puestas en escena, desesperación, angustia, etc ).
A ello se suma la disociación de lo que se vive en un expediente con lo que el justiciable vive en su realidad personal.
Y este trabajo no implico sólo escuchar al otro u opinar. El operador del derecho es quien actúa “ en consecuencia “ con esas emociones ; ya que es quien debe llevar a la práctica - sea ataque o en defensa - el conflicto; muchas veces dejando de lado las consecuencias a largo plazo y centrándose en el objetivo o corto o mediano plazo.
Gracias a esa diferencia de edades – que me permitió ver como nos cambia la profesión -, y que tuve una 1º experiencia en mi adolescencia de estudiar teatro; en cuanto pude ( recién año 92 ) retomé clases como actividad creativa - recreativa , e intentando evitar llegar a mis 40 años convertida en el estereotipo más socialmente aceptado ( o prejuzgado) de “ abogado/a “.
Antes ( para la fecha que les conté arriba) comencé a pensar en un ejercicio “ holístico de la profesión de abogado “. Pero era una época, donde el término no era usual, y la gran movida espiritual recién empezaba ( y yo aún la desconocía ).
Quise estudiar psicología social para lograr mayor compresión de cuestiones profesionales; pero circunstancias familiares imprevistas no lo hicieron posible.
Realice cursos de control mental con el Padre Moreno, e incursioné para mi propio trabajo terapéutico en tratamientos de terapia corporal, bioenergética, etc.
Poco a poco esto fue abriendo mi mente y mi corazón. Incluso llegué a estudiar y formarme en algunas técnicas de terapias complementarias. Siempre trabajando como abogada. Todo este mundo terapéutico, creativo y de la espiritualidad, eran y son mi actividad paralela a mi medio de vida. ( en realidad el eje de mi vida ). Finalmente rendí la profesión a este camino, integrando todo al ir unificándome internamente.
Este solo fue el comienzo del camino, en el que aún estoy en viaje; y por el que llegué a modificar el “ perfil tradicional “ de abogado al que puede llamarse como “perfil integrador “ de los aspectos emocionales y espirituales. Como a veces intento explicarlo: una asistente terapéutica para el conflicto legal o judicial.
También siento que esta visión de lo jurídico; puede colaborar en la transición que estamos viviendo la raza humana, en esta maravillosa oportunidad de recordar quienes somos, y de pasar a un siguiente nivel evolutivo, donde incluso las disciplinas como la que yo ejerzo no van a tener mucha razón de existencia.
Continuaré en otra entrega contándoles como siento y veo la profesión, y como llevo o busco llevar este perfil a la práctica concreta de la misma; deseando que en algún momento aumente el grado de humanización y por ende se incorporen las aspectos emocionales y espirituales al área del derecho.
Un abrazo de luz y en la luz a todos y cada uno.
Gabriela Viviana.
skype: gabrielaviviana
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