Es claro que con la despedida del 2016 terminamos - en realidad- , un ciclo más amplio – que involucra varios años. Un nuevo ciclo comienza en éste 2017, con bellas posibilidades.
Me afirmo para decir esto (con
lo que acuerdo), en lo que escriben astrólogos, numerólogos y otras personas
vinculadas al seguimiento del proceso evolutivo que estamos haciendo
masivamente en el planeta (y en forma individual consciente o nó ).
Esta última década, fue vertiginosa y cada año se sintió
más acelerado aún; especialmente luego del solsticio (21-12) del 2012. Algunos
comenzamos a sentir su fuerza de cambio y de movilización ya para septiembre
del 2012 o incluso un poco antes.
Estos 4 años, fueron de una fuerte transición.
Transición hacia qué; o cómo transitamos
el cambio; depende del camino y lugar en él, de cada uno de nosotros. Pero como
somos parte del colectivo, no estamos ajenos al mismo y a la evolución global
del planeta.
No es la intensión de esta entrada hacer una síntesis de
lo ocurrido en el país o el mundo en estos 4 años. Si poder colaborar con
aquellos que en estos años se sintieron algo perdidos, que no encontraron su
lugar, o su actividad, o cómo hacer algo que saben desean hacer.
La movilización masiva general de estos años (que es
externa e interna y se retroalimentan una a la otro), generó varias idas y
vueltas.
Pero la 1º etapa de la transición ha finalizado. Es
claro que estamos cambiando como raza, y que todo cambio social lleva décadas en
plasmarse. Por ello, mirando el cuadro mayor y extendido; es que me refiero a
una 1º etapa (y muchos dirán con acierto: también tuvimos antes otras etapas de
transición)
Desde este año, comienza un nuevo ciclo de 9 años; donde
podemos crear algo nuevo, podemos comenzar a plasmarlo y continuar gestándolo (tanto
en lo personal, como en lo social). Para la numerología,
el 2017 es un año Nº 1; año de inicio de otro ciclo de nueve.
Y a medida que aprendía y me expandía en temas
vinculados a la mirada más ampliada y en mi propio camino interno; debía
reformular algunas cosas a nivel profesional, si quería continuar siendo fiel a
mi misma y manteniendo mi esencia.-
Luego del 11-11-11 comencé tímidamente a comentar ya en
otros espacios (en general, relacionados con el crecimiento personal o espiritual),
y luego también abrí el blog.
Estos días recordé cuando estudié en el 2004 psicosíntesis.
Mis compañeros eran en su gran mayoría psicólogos o astrólogos. Y varias veces
me preguntaban: ¿qué hace una abogada estudiando psicosíntesis, para que te
sirve? Yo tenía totalmente claro para que me era de utilidad en mi trabajo
cotidiano o profesional; más allá de serme muy útil en mi propio desarrollo.
Confieso que su curiosidad y falta de visión de cómo se vinculaban las dos
actividades, me generaban desde extrañeza hasta
incomprensión.
Luego, cuando llegamos a ver ciertos temas, puede darme
cuenta que tenía ya varias cosas integradas en mí, sin haberlas estudiado antes o trabajado
puntualmente en mi proceso terapéutico en forma directa ( justamente por
aquella inquietud de conciliar mis intereses aparentemente contradictorios y no
dejar ninguno de ellos de lado) Muchos de mis compañeros ese curso fue el comienzo
de su integración, para otros una forma de continuarla, o profundizarla, o de
ser más conscientes de ciertos aspectos.
El objetivo de esta entrada no es hablar sobre ese
tema; algo que sí expongo en otros momentos, dado que es uno de los pilares de
éste perfil de trabajo.
Cada uno tiene su momento para ello; pero esté momento, este nuevo comienzo,
trae consigo una mayor posibilidad de expansión y unificación individual y
social.
Por eso, hoy sigo diciendo que los cambios suceden y
que son procesos. Llevan su tiempo, y ese tiempo – siendo conscientes – no
debería desmotivarnos, si es algo que realmente deseamos desde nuestro corazón.
Y esto es a pesar de la cultura de la inmediatez, del
todo ya, de la comunicación en línea e instantánea. Los operadores del derecho
sabemos que un reclamo legal es “un proceso “, que no es instantáneo, que hay
que dar un paso (procesal); para luego poder avanzar el siguiente. También que
hay etapas que quedan caducas o
precluídas. Y de igual forma, nuestro camino es un proceso. “…Todo tiene un tiempo
bajo el sol… (Vox Dei. Libros Sapiensales) “
Aquellos que – tanto
como clientes o en actividades vinculados al mundo jurídico – poco a poco
fueron sintiendo esa inquietud interna, esa molestia con el cómo, esa falta o
vacío de algo, que no les termina de completar o hacer pleno su tránsito por el
mundo legal; que están comenzando o ya en un proceso de modificar su mirada de
las cosas, que buscan una comprensión más amplia, buscan integrar todas sus partes, y no
desmembrarlas en su trabajo o en su reclamo legal; saben que el cambio no se
detiene, y que comenzamos una nueva
etapa, donde estás posibilidades estarán más favorecidas.
Aquellos que dudaban por “el qué dirán “, o que
pensaban que es difícil, o que les requeriría un cambio rotundo sobre sí mismos
(y no llegan a verlo como un suave proceso), o cualquier otro motivo; sepan que
ya no es así; que todo cambia y todo seguirá cambiando.
Que el hecho que cada vez más personas se acerquen a
otros formas de encarar un aspecto o circunstancia de vida, hace que sea cada
vez más y más fácil para todos.
Si tienen una inquietud al respecto, como clientes
o como abogados, este nuevo ciclo puede ayudarlos a tomar las riendas de la misma y aclararlas; ó a comenzar este camino, o decidor que sus
temas se tramiten conforme a su interno, o que su trabajo vaya de la mano o
unido al mismo.
Es buen momento para comenzar el cambio, para comenzar
el proceso de transición personal, hacia una forma más consciente y
comprometida (con uno y con los demás).-
