Ésta
entrada se motivó en la lectura de Cuatro
Formas de Tolerancia del Maestro Hsing Yun.
En mi carrera, me encontré muchísimas
veces con personas que agreden de distintas formas. Y en general subestiman la
capacidad del contrario, cuando éste no utiliza la mismas forma, no entra en la
pelea o no discute.
Por ellos formulo la pregunta: En el conflicto jurídico, debemos ser tolerantes , ser
exigentes, ser permisivos, poner límites ó ..?
Lo señalado en el texto motivador es
un objetivo al que llegar con el trabajo cotidiano sobre nosotros mismos. Pero,
que
sucede en los casos donde el otro no registra la conductas de tolerancia como activadoras
para una solución de un conflicto jurídico ?. O cuando su registro de ello
es considerar debilidad, falta de derecho o razón en el otro, o un permiso para
ser más agresivo ? Justamente y por eso muchas veces es que se llega al
conflicto judicial.
Reconozco que algunas veces, debí
levantar la voz - en el sentido de expresión enérgica y vehemente, mostrando el límite
al que ya se llegó - , o buscar tácticas para que la otra persona pueda
registrar-nos ( a mi cliente; a mi o a ambos; y a su reclamo ). Y esto no por ser mi estilo comunicacional;
sino porque consideré era lo necesario en dicho caso, momento y situación.
Algunas veces, quienes así actúan, no
escuchan y no registran al otro- y tampoco
sus palabras, silencios o actitudes compasivas o tolerantes, ni las concesiones
que se pueden realizar en búsqueda de una solución -. Salvo cuando reconocen que ese otro es alguien que SI puede tener el poder interno o externo suficiente para lograr algo que “
les cueste en algún sentido; o los saque
de su zona de confort o del manejo y
manipulación de las situaciones “.
Como muchas veces digo: son personas que se mueven en las luchas de
poder, y no en la conciliación de
intereses contrapuestos.
Pero levantar la voz como la 1º y casi única forma de lograr resolver un
conflicto; en términos genéricos y teóricos: es
contraindicado .
También están aquellos que no agreden en ese sentido,
pero que tampoco escuchan; que quizás
solo oyen; o qué sólo escuchan sus propios pensamientos, ideas y creencias
mentales; o que si escuchan, pero no responden. No se comunican, ni
verbalmente ni de otra forma ( por ej. tampoco responden correos ).
En mi manera de ver las cosas y
conforme mi filosofía de vida y trabajo, esto es también una forma de aumentar
el conflicto. La falta de respuesta genera emociones en la otra parte, que
agravarán el posible dialogo futuro; y en muchas casos, directamente generara
el inicio de juicio ( por no existir un interlocutor válido con quien lograr un
entendimiento ) . Cabe agregar que es otra
forma más de agresión por el desconocer al otro y no respetarlo al
ignorarlo ( se le esa indicando que no tiene valía ni importancia para el que
permaneces en silencio )
Amén de esto ambas conductas tienen un correlativo energético. En forma
sintética y genérica puedo decirles que integran parte de los llamados " dramas de control " utilizados
para adquirir energía del estado de atención que se exige o requiere del otro,
al ignorarlo o al agredirlo. Formas muy comunes que tenemos los seres humanos
de relacionarnos, cuando aun no somos conscientes de algunas cosas y no
comenzamos a trabajarlas en nuestra interior.
El
conflicto es un modo de estar energéticamente vinculado al otro, y de tomar y
perder energía vital.
Por ello, quiero compartirles la lectura citada; dado que es parte de esta filosofía de trabajo.
Creo que muchos se asombrarían de
cuantos resultados muy buenos y superiores a lo esperado, hemos conseguido con
mis clientes cuando nos mantenemos en equilibrio y eje; y apelamos al derecho
que reclamamos en forma consciente y de entrega, haciendo todo lo posible para
evitar el conflicto de algo grado.
Muchos colegas me dirán
que algunos clientes no se dan cuenta de eso, o con quienes no se puede
trabajar así. Y es verdad. Pero mi experiencia me demostró que un elevado
porcentaje de esos casos, son aquellos en los que no se pudo trabajar en su contención, su confianza, donde no hubo
claridad en el proceso, entre varias
otras cuestiones; que suelen surgir al avanzar en el trabajo en privado con los clientes y todos su
bagaje emocional vinculado el trámite o caso..
También existen clientes que, en realidad buscan abogados que solo peleen, que griten, agredan, etc. Quieren
que sean su propia extensión de su ira contenida, su enojo, agresión y
violencia. Y los clientes distantes que buscan un profesional del derecho igual
a ellos.
En estos casos, esos abogados son los ideales
para esos clientes; ya que emocional y energéticamente se alimenta y mantiene
lo que ellos quieren, y lo que ellos buscan y necesitan en ese momento de su
vida: el conflicto. En la mayor cantidad
de las veces no conseguirán lo que “ expresan “ buscar o querer ( como reclamo o defensa, ya
que lógicamente no van a una reunión a decir que buscan pelea). Ya que todo se
perderá en el griterío y la discusión y entre esa perdida también el derecho
que tenían o creían tener.
Y si el profesional del derecho no es más que un instrumento o medio; es ese
el rol que está ocupando en ese momento en relación a ese caso y ese cliente:
ser el instrumento usado por su cliente para pelear y discutir. Le está dando
al su cliente lo que su cliente quiere. Y este es un perfil de trabajo –
distinto al que yo propongo- pero tan válido para mucha gente como el trabajo
holístico, consciente y terapéutico.
El/los motivos de ellos, su
conveniencia, a que paradigma
corresponde, como puede o no puede; ó quiere o no quiere un colega salir de ese lugar; etc ; es parte del tratamiento de otra área de la
abogacía holística.
Aquella netamente relacionada con el trabajo interno del operador del derecho , en relación a sus
clientes y casos, que excede una entrada en un blog; y que es parte de la
capacitación y entrenamiento para el trabajo con un perfil menos tradicional u
ortodoxo; que puede ser de interés para
algunos colegas y de total desinterés ( y hasta rechazo y repudio ) para otros.
Les cuento algo sincrónico:
estas entradas, estaban listas para buscar las imagines y editar su subida al
blog con fecha 24/5/15. Entre ese día y hoy, me sucedieron cantidad de cosas
que evitaron que éste texto estuviera en línea en dicha fecha. Interín,
sucedieron varia cosas, y alguna veces me quedan sin publicar artículos casi
terminados. Esta vez, tuve reuniones profesionales donde la contraparte se
encontraba en alguno de estos dos polos, y con mis clientes debimos lograr “ en
equipo“ - como yo suelo decir - tácticas
para salir de esos círculos comunicaciones. Por lo tanto lo interpreté como una
señal que, a pesar de las “ distracciones y desvíos en el camino “, ésta entrada tenía que estar
en el blog; así como los ejemplos que había elegido...
En la próxima entrada, les contaré algunos de esos ejemplos.
Y ustedes que respuesta tienen: En el conflicto
jurídico, debemos ser tolerantes , ser exigentes, ser permisivos, poner límites
ó ..?